La crisis financiera con epicentro estadounidense provoca en nuestro país una verdadera sacudida que pone al descubierto carencias, fragilidades y flaquezas económicas. Resulta evidente que en 2008, cuando comienza esa crisis, España, a pesar de los indicadores macroeconómicos que parecían brillantes se encuentra en una situación de extrema debilidad. Cualquier movimiento inesperado puede acabar con sus equilibrios inestables y provocar un cataclismo. ¿Cómo es posible que eso fuera así? ¿Qué agujeros oscuros había en el sistema para causar esa fragilidad? ¿Qué se había ido haciendo mal en los años anteriores, durante el «milagro» económico español? ¿Hubo un culpable, varios culpables o, como en Fuenteovejuna, todos lo fuimos?
La mirada de Miguel Sebastián, que llegó luego, ya en plena crisis, a ser ministro de Industria, no es en absoluto complaciente, y pretende a toda costa evitar el sectarismo político. Trata de explicar lo que ocurrió sin esquivar responsabilidades y sin dejar de señalar, a un lado y a otro de todas las trincheras políticas y de todas las trincheras sociales y empresariales, quiénes fueron los artífices de esa aparente bonanza que luego terminó en desaguisado. También tratará de dar respuesta a la pregunta más difícil de todas: ¿se podría haber evitado?