Miyamoto Musashi es un espadachín que nunca ha perdido un combate. Al final de su carrera como samurái decide plasmar por escrito las bases de su estilo de lucha, único e innovador en su época, basado en la percepción de los movimientos del adversario y saber contrarrestar cualquier táctica que tome.
De cada lección se desprende un pensamiento filosófico que se puede extender a casi cualquier campo de la sociedad contemporánea. Cada grupo de enseñanzas se divide en cinco capítulos distintos, representados por los elementos vitales japoneses: fuego, agua, aire, tierra y vacío. Además, aparecen varias escenas de la interesantísima vida de Musashi.
La sensibilidad y dedicación que impregnan el escrito son una muestra maestra de la filosofía japonesa de búsqueda de la perfección en cada aspecto de la vida.