Oso vive sobre ruedas. Su hogar es una furgoneta con la que hace varios kilómetros al día buscando aparcamiento, ofreciendo itinerarios clandestinos a turistas o llevando al cole a su hija Violeta. Las ventajas de vivir en ruta son varias: todo está cerca, no pagas alquiler y no tienes que rendir cuentas con los vecinos.
Las desventajas también existen. Vivir sin destino, por ejemplo, hace difícil encontrar un lugar en el mundo. De momento, Oso se dedica a hacer chapuzas. Lo de la furgo es algo provisional. El apaño que encontró a mano cuando fue desahuciado.