Hace apenas 70 años, el petróleo y sus innumerables derivados aún no estaban omnipresentes en nuestra vida cotidiana como han llegado a estarlo. Hoy es algo que parece imposible, pero hasta no hace mucho tiempo las bolsas y los embalajes se hacían de cestería, la vestimenta se tejía principalmente de cáñamo, lino o algodón, los cubiertos de mesa eran de madera, los juguetes se hacían con recursos de la flora local, y ni siquiera las tetinas de los biberones eran de plástico. Los recursos vegetales eran entonces indispensables en el día a día, y además de ser renovables y locales, siempre estaban a nuestra disposición.
Ortiga, hiedra, bambú, saponaria, carrizo, algodón, caucho, cerezo silvestre… Echadles un vistazo a los “retratos tecnológicos” de estas útiles plantas, que forman parte de nuestro patrimonio cultural. Especie tras especie, iréis (re)descubriendo cómo estos vegetales nos han permitido vivir sin petróleo durante milenios. Algo sobre lo que reflexionar para el futuro.