Si algo define al Principado de Asturias es el arte rupestre del Paleolítico, el arte prerrománico, los hórreos, las paneras y las cabanas vaqueiras de su arquitectura tradicional, las casas de indiano y sus espléndidos paisajes de mar y de montaña, entre los que afloran, en las cuencas de los ríos Caudal y Nalón, las explotaciones mineras y la arquitectura herrumbrosa, acaso todavía humeante, de la siderurgia.