A lo largo de ese período la vida le deparó amargas experiencias: una boda de conveniencia con un aristócrata, un matrimonio mal avenido que acabó trágicamente, el peligro de que le arrebataran la custodia de sus dos hijos... Ahora, en el apacible paisaje de Cornualles, Virginia ha alquilado una casa a orillas del mar, con la esperanza de recuperarse de una enfermedad y de alcanzar finalmente la dicha del amor.