El autor ha elegido la época medieval para esta novela, recreando un fascinante siglo XII en el que las conspiraciones entre reyes y nobles no daban tregua, los leales y los traidores se cuentan a partes iguales y las intrigas palaciegas tienen un gran protagonismo. A su vez, retrata muy bien a las gentes del pueblo, artesanos, campesinos y comerciantes propios de la época.