En la árida colina del Monte Calvario, al pie de la cruz donde había expirado Jesús en medio de un gran estruendo en el primer Viernes Santo de la historia, José de Arimatea, miembro del sanedrín, dirige las operaciones del descendimiento del cuerpo del Nazareno para su enterramiento, momento en que se lleva consigo un secreto del divino madero, que casi tres siglos después, será descubierto en Jerusalén por la emperatriz Flavia Iulia Helena, madre de Constantino I el Grande y luego canonizada como Santa Elena. Tras el hallazgo, la Emperatriz ordena llevar a cabo una misión de búsqueda por todo el Imperio: ha de encontrar a los descendientes de José de Arimatea. Antonino Quintus, joven legionario, es uno de los encargados de llevarla a cabo. Livia, la fiel sirviente de la emperatriz, enamorada de Antonino huye de Jerusalén en busca de venganza, siguiendo los pasos de su amado.
Jerusalén, Roma, Ostia Antica, Massilia, Hispalis e Itálica son los escenarios donde se desarrolla esta aventura con tintes épicos, que sitúa al lector desde la primera página en un tiempo en el que el Cristianismo se consolidaba en un Imperio Romano en declive.
INRI es una trepidante historia de amor pero sobre todo de fe, la que llevó a quien luego fue canonizada como Santa Elena a instaurar en el Imperio Romano de Oriente y Occidente el Cristianismo como única religión.