Una niña navega en barco por primera vez, en el barco de su tío Ramón, un lobo de mar que ha surcado los mares del Norte y del Sur. En las costas del Mediterráneo encontró a la tía Rosa, que al lanzarse al mar cayó en brazos del tío Ramón. Desde entonces se han vuelto inseparables, como los peces y el agua, como las niños y los pasteles.