Giulia y Arianna no van juntas a clase pero son muy amigas. Durante un paseo por una mina, acaban perdiéndose del grupo y sin saber cómo, llegan a una isla con un volcán. En ese extraño lugar el tiempo pasa lentamente y los atardeceres y las noches de luna llena duran una eternidad. De la arena negra que se extiende por la playa afloran multitud de objetos abandonados. Entonces las amigas descubren que han llegado a la Isla del Tiempo Perdido, donde van a parar atodas las cosas y las personas que se han perdido en la Tierra. También el tiempo, que se transforma en magma energizante cuando se pierde por vaguería u ocio, o en terrible humo negro, cuando se trata de tiempo perdido por estupidez, falta de iniciativa o burocracia. Este humo oscuro convierte a los habitantes en atontados caníbales. Al llegar a la isla, las dos chicas se encuentran con un grupo de niños que se ocupa de controlar el sitio y devolver a la Tierra a aquellos seres (crías de animales, ancianos perdidos, etc) que no podrán sobrevivir lejos de sus casas. Junto a esta pandilla Giulia y Arianna vivirán exitantes aventuras y enfrentarán una gran amenaza: la isla está en peligro gracias a que los humanos producen demasiado tiempo perdido inutilmente y las fumarolas negras están a punto de envolver toda la isla, no solo la zona reservada para los caníbales.
Entonces, los protagonistas asumirán una misión muy importante, y volverán a la Tierra para intentar enseñar al resto de los humanos lo importante que es saber aprovechar y disfrutar del bien más preciado: el tiempo y sobre todo, el tiempo libre.