A Raquel se le empiezan a torcer las cosas cuando Alain le dice que está saliendo con otra chica. Además, siente que su aportación a Muérete de asco no vale mucho y vuelve a sentirse insegura. Alberto, para animarla, le pide ayuda con el guion. Raquel se lo toma tan en serio que emplea toda la noche en escribir un texto y, al día siguiente, en la reunión de guionistas, el guion de Raquel es todo un éxito. Alberto se siente traicionado. La eterna rivalidad entre chicos y chicas ha llegado a los Muérete de asco, y Malena no va a dejar escapar la oportunidad para hundirlos definitivamente.