Violeta vive con su madre, Camila, diseñadora de joyas, su padre, Benito, arquitecto, y su gato Pudin. Norma, el ama de llaves, es quien la cuida cuando sus padres están trabajando. También tiene una madrina, Celeste, y un padrino, Juan. Debes
saber que hay dos cosas que se le dan de maravilla a Violeta: escalar árboles y jugar al póquer, aunque las dos se las tiene prohibidas su madre. Vive en un piso con un gran jardín comunitario en la parte posterior del edificio. En el jardín juegan muchos niños y están divididos en tres grupos: los pequeñines, menores de siete años; los medianos, entre siete y once años
(Violeta y casi todos sus amigos pertenecen a este grupo) y los doceañeros, que son los mayores.
Las amigas especiales de Violeta que viven en las casas que dan al jardín son Rosa, su mejor amiga, que además van al colegio juntas, y una señora excéntrica que se llama Didí Derota. Violeta siempre está buscando nuevas aventuras y, unos meses antes de que empezase esta historia, resolvió con Rosa el caso de la Perla de Oriente.