La tripulación del Angelique está orgullosa de ser lo que es: una tripulación de piratas. Su día a día consiste en navegar por los mares de Marabilia entre aventuras, asaltos a barcos y búsquedas de riquezas; en definitiva, los piratas del Angelique viven sin acatar leyes ni obedecer órdenes de nadie.
Hasta que el rey Geraint de Dahes los captura y todo apunta a que eso se ha terminado. La pena por piratería es la muerte. A menos, claro, que alguien les proponga un trato que les permita salvarse... Uno que a su vez ofrezca la posibilidad de una venganza muy ansiada.
Ante un tesoro tan valioso como la libertad, cualquier precio parece escaso.