Tras lo vivido en El abrazo del árbol, Miguel, que ya ha superado sus miedos, ayudará en el proceso de duelo a una niña nueva de su clase, con una aventura que les llevará a conocer a las mismísimas sirenas.
A clase de Miguel llega una nueva compañera, Sabina, que está muy triste, pues su madre ha muerto hace poco. Ella cree que se ha ido a vivir con las sirenas, y que desde algún lugar cuida de ella, algo que provoca risas y comentarios entre algunos niños. Pero Miguel se hará su amigo y la acompañará en su búsqueda de esos míticos seres y de su madre.