Uno de los grandes clásicos de la literatura, un retrato lúcido del mundo visto a través de los ojos de la infancia.
Mary Lennox, una niña solitaria que a nadie le cae bien, llega desde la India para vivir con su tío en Yorkshire, Inglaterra. En su nuevo destino, Mary no puede hacer mucho más aparte de explorar esa mansión inmensa y sombría, y de pasear por los alrededores. Hasta que una mañana soleada accede a un jardín secreto, oculto tras unos muros cubiertos de hiedra. Por primera vez en su corta y desdichada vida, ha encontrado algo que le preocupa y decide devolver a ese jardín la gloria de antaño.
Gracias a la ayuda de Dickon, el niño que sabe hablar con los animales, y de Colin aprenderá otra manera de relacionarse y a disfrutar del contacto con la naturaleza.
Este libro ha perdurado a lo largo de generaciones de lectores y sigue siendo un fascinante clásico por su temática, su argumento, sus personajes, su estilo sencillo y elegante y su calidad literaria. La simbología del jardín, el tono mágico de cuento de hadas y la forma en que todo esto refleja la necesidad humana de compañerismo, junto a la importancia de permitir que los niños tengan tiempo para ser niños, hace de esta historia una lectura imprescindible para lectores de todas las edades.