Corre el año 26 a. C. Roma busca, en las inexpugnables tierras del norte, cómo conquistar a los indomables cántabros y astures.
Mientras la ciudad fortificada de Bérgida se consume en llamas, Sekeios, mercenario autrigón al servicio de Roma, huye del campamento tras un grave incidente con el gobernador de la Tarraconense, Gayo Antistio Veto. Perdido en territorio enemigo, será apresado por guerreros concanos, que lo conducirán a Aracillum, bastión de la resistencia cántabra. El gobernador ha jurado darle caza. Sekeios está solo y, ante él, un viaje sin retorno lo conducirá a arrodillarse ante el temido caudillo Corocotta. Para sobrevivir tendrá primero que enfrentarse al odio y la hostilidad de los montañeses; y después, a la brutal ofensiva de las legiones del princeps Augusto, cuyo objetivo no es otro que hacerse con el control absoluto de la Península Ibérica. Sin embargo, entre sudores, batallas y la caza del lobo, conocerá el amor de Turennia…
Todo es conflicto. Un conflicto que pondrá a prueba sus propias convicciones y deseos en el marco de la batalla por la supervivencia de los últimos pueblos libres de Hispania. Una guerra que cambiará el destino del mundo conocido y el suyo propio. Hasta las últimas consecuencias.