Paco Mancha, solterón y gris funcionario sevillano, bético inasequible al desaliento, devoto fervoroso de Bambino y Curro Romero, reparte su rutinaria existencia entre la oficina y los bares de la capital andaluza. Su amiga de infancia, Macarena, que tiene una pequeña librería y es gran aficionada a la novela negra, le recomienda un buen día un libro del género que cambiará la vida de Paco. Su pasión por las novelas policiacas llega a tal punto que pierde el juicio y se convierte en detective privado, tomando por modelo a sus héroes novelescos: adopta el nombre de Frank Stain, se hace con la indumentaria apropiada (gabardina y borsalino, incluso en agosto), recluta como ayudante a Bartolo Andorga —un parado crónico con familia numerosa, obsesionado con conseguir un puesto de interino en la administración autonómica— y se lanza en busca de aventuras, dispuesto a luchar contra los poderosos corruptos y las mil y una injusticias de este mundo.
Esta novela breve de corte satírico y marcada influencia quijotesca, que no deja títere con cabeza y se ríe de todo y de todos —especialmente de los políticos—, es también un viaje resumido por la historia de la narrativa detectivesca y negra y, a su manera paródica, un homenaje al género. Una obra donde lo disparatado y lo humorístico no desvirtúan un fondo de verdad.