Ahora sabemos que el color del amor no es so´lo el verde sino que tambie´n es el amarillo, el sol limo´n au´n verde. Esta novela esta´ volcada en las vidas minu´sculas que giraron en torno a Vincent van Gogh. Nace de encuentros y de amores, de cientos de pa´ginas lei´das y olvida- das, de viajes a A´msterdam y a Pari´s, donde ahora Vincent esta´ colgado en museos o es visible en las pantallas del Atelier Lumie`res.
Las mujeres cambian las vidas de los hombres, les dan la luz, nos dan el amor, dice el autor, hacen que las almas brillen como vidrieras, que se nos llenen el cuerpo y el corazo´n de colores, y en particular de verdes y de amarillos. Por eso Javier Santiso imagina que Vincent tambie´n ha vivido y ha muerto: «si no te conozco, no he vivido; si muero sin conocerte, no muero, porque no he vivido», Cernuda lo escribio´ mejor que nadie, en espan~ol, en poesi´a. Uno puede pasarse una vida entera sin haber vivido. Uno no muere porque el corazo´n deja de latir o porque el cuerpo un di´a se nos va. Uno muere porque no te he conocido, porque no he dado con la llave, con ese cuerpo que se abre como una flor y mira con ojos de girasol, ese corazo´n que hace que amar sea almar e inventa verbos que nunca se volvera´n a repetir.