Marco y Mirko son gemelos. Marco mide un metro veinte; Mirko, en cambio, también. Marco tiene los ojos azules, Mirko, en cambio, también. En resumidas cuentas, son idénticos en todo. Para distinguirlos hay que fijarse bien en sus martillos: Marco siempre lleva un martillo con el mango blanco y Mirko uno con el mango negro. Son martillos amaestrados que vuelven siempre a ellos como un bumerán. En las páginas de este libro, los dos traviesos hermanos y sus temibles armas serán el terror de padres, ladrones, fantasmas y malvados diablos en el divertido mundo que solo el maestro Rodari es capaz de imaginar.