JAMÁS EL FUTURO FUE TAN VIOLENTO
***Un álbum triple del maestro Carlos Giménez***
Esta es una historia de Dani Futuro que quizá no debería contarse... La protagoniza un Daniel Blancor que ha perdido la inocencia y que, tras pasar décadas a la deriva en el espacio, vuelve a la Tierra. Pero el mundo con el que se topa no es el esperado: catástrofes climáticas, hambrunas, fundamentalismos y tecnocracia imperan en el planeta.
Daniel solo desea ajustar cuentas con su pasado, reencontrarse con su amada Iris de Andrómeda y vengarse de quienes años atrás asaltaron y destruyeron el Galaktos, la nave en que viajaban con sus amigos. Empieza una cuenta atrás sangrienta y nadie, ni siquiera el propio Daniel, saldrá indemne de esa persecución.
Mientras el mundo agoniza es un álbum monumental, de triple extensión y a todo color, con el que Carlos Giménez regresa con maestría renovada al género de aventuras intergalácticas que lo encumbró en el comienzo de su carrera. Sin embargo, esta es también una historia oscura en la que héroes y villanos deben expiar sus culpas, una historia ambientada en un mundo en el que apenas se vislumbra salvación, una historia que# si bien no es edificante, en el fondo quizá sí merezca ser contada.
La crítica ha dicho...
«Una fantástica historia futurista a en la que rinde homenaje a las historias de aventuras y de acción espacial, con un ritmo magnífico y sostenido, dejando un fuerte mensaje ecológico como telón de fondo de un escenario en el que el mundo empieza a dar muestras de agonía. Otra nueva ocasión para disfrutar de todo el genio y del talento del autor madrileño, que se mantiene muy en forma.»
Diario de Navarra
«Una obra extensísima en que promete acción desenfrenada mezclada con una crítica la actualidad.»
Zona Negativa
«Un tesoro en España, un dios en Francia.»
Guillermo del Toro
«En los últimos años las obras de Giménez, además de ser tan reivindicativas como siempre, reflejan un enorme enfado y una amargura por el cariz que está tomando el mundo. [...] Ojalá nos queden muchos más trabajos suyos por leer.»
Diego García Rouco