Todo lo que existe en el universo tiene un opuesto: luna y sol, silencio y ruido, emoción y razón, invierno y verano, calma y tormenta, muerte y vida... Pero ninguno de estos opuestos permanece puro, quieto. Los opuestos se mezclan todo el tiempo, y de este movimiento surge el mundo tal y como lo conocemos: multicolor y diverso.