-¿Qué vamos a hacer, Hugo -preguntó Héctor de camino a casa-. Mi arte ya no le interesa a nadie. ¿Quién va a querer escuchar a un viejo violinista como yo cuando pueden ver a un oso pianista de fama mundial?
En esta tierna continuación de El oso y el piano, un perro que toca el violín y su amigo humano comparten la alegría de la música y descubren que, incluso en tiempos tristes y difíciles, la buena amistad resulta duradera.
Héctor, que toca el violín, y su perro, Hugo, son los mejores amigos. Hugo es el mayor fan de Héctor, y cuando este decide retirarse, Hugo aprende a tocar el violín en secreto. Poco tiempo después, un oso famoso que toca el piano lo invita a unirse a su banda de animales y a viajar por el mundo para actuar frente a grandes multitudes, una oportunidad que Héctor siempre había soñado para sí mismo.
¿Podrá Héctor superar sus celos y aprender a sentirse feliz por su amigo?