Unai no comprende por qué todo el mundo está tan solo, con todas las cosas increíbles
que hay por todas partes.
Un niño. Una madre. ¡Mira, mamá! Una y otra vez: ¡Mira, mamá! Al final, mamá mira. Y todo cambia.
Un álbum ilustrado en el que Rocío, como Unai a su madre, nos llama para decirnos que miremos -y celebremos- la vida.