Billy Plimpton está a punto de empezar Secundaria en un nuevo colegio y, el día antes de que den comienzo las clases, se siente MUY nervioso por tener que conocer a todos sus nuevos compañeros. Es normal, a todo el mundo le ocurre, pero para Billy el tener que hacer nuevos amigos es un problema añadido a lo que él considera su GRAN PROBLEMA: es tartamudo. Y este sería un problema relativamente asumible si no fuera porque su mayor deseo es convertirse en humorista. Y, ahí sí que ser tartamudo es un SÚPER GRAN PROBLEMA porque, ¿a quién se le ocurre ser humorista siendo tartamudo? Menos mal que cuenta con el apoyo de toda su familia y, en especial, de su abuela, su mayor fan.