La Federal, como generalmente se la conoce, remite a la experiencia histórica que España vivió en 1873 tras el abandono del trono por parte de Amadeo de Saboya. A lo largo de un año tumultuoso, la Primera República española intentó articular un orden democrático que, bajo la forma de república federal, trató de revisar los principios y prácticas del liberalismo español del momento. En medio de una compleja situación internacional, y con tres conflictos simultáneos –guerras cubana, carlista y levantamiento cantonal– las diversas corrientes del republicanismo español abordaron desde concepciones a menudo divergentes como reformular el modelo de Estado y nación ensayado por el liberalismo decimonónico. Su frustración nos legó la imagen de una utopía que marcó de forma intensa los componentes antifederales de la cultura política de gran parte de los españoles hasta nuestros días.