En estos cuentos aprendimos a respetar a los mayores, a los que son diferentes y no se parecen a nosotros, supimos que juntos podíamos con todo, pero que solos no éramos nadie. También aprendimos que siempre hay alguien que te ayuda, hasta cuando parece que todo está perdido. Aprendimos a convivir con la sorpresa, con lo inesperado. Supimos que la vida da muchas vueltas y que nada es lo que parece, que no hay una verdad, sino mil verdades, que no hay un color, sino mil colores.