Cuando Sofía decide mudarse con su hijo a un nuevo domicilio tras su separación, no puede creerse su buena suerte: acaba de encontrar un precioso piso restaurado en pleno centro de la ciudad, decorado con exquisito gusto y muy asequible. Es perfecto para ella, allí podrá escribir tranquila y comenzar una nueva vida, que se augura feliz.
Sin embargo, poco a poco sus rutinas en su nuevo hogar parecen enturbiarse: pronto su hijo se independiza y ella se queda sola con la única compañía, omnipresente, de Germán, su único vecino, que vive en el piso de arriba del antiguo edificio. Se trata de un hombre desaliñado, oscuro, turbio, que al principio la exaspera y luego hace que una difusa sensación de amenaza, de creciente pavor, se cierne sobre ella, hasta el punto de que Sofía comienza a sospechar si no tendría algo que ver con la muerte del anterior propietario de su piso, una muerte, a su vez, relacionada de una extraña manera con un suicidio ocurrido recientemente en su mismo barrio.
Rosa Huertas, autora reconocida y premiadísima por su impresionante trayectoria como escritora infantil y juvenil, se estrena, con esta novela excelente, intimista, narrada con un dominio magistral de la primera persona y del manejo de la tensión narrativa, en el género negro. El vértigo de los suicidas da cuenta de su sensibilidad, de su visión única y de su querencia por la composición de caracteres únicos que se quedan con el lector, que le acompañan como esos amigos de los que no puedes dejar de estar pendiente.