Un joven madrileño pasa sus días cuidando de su madre enferma, callejeando con su amigo el Gordo y anotando frases inconexas en el Bar Urgel, impulsado por una vaga ambición de hallar una trascendencia a través de la escritura, un sentido a su aciaga existencia. Es en ese ambiente amistoso del bar, rodeado de hombres que encarnan lo que más odiaba y lo que más temía de su difunto padre, donde poco a poco cristaliza la búsqueda silenciosa del protagonista. Entre pinchos de tortilla y cervezas, sermones improvisados al hilo de la tertulia televisiva, peroratas etílicas de tinte machista, raíz xenófoba y homofobia desaforada, el protagonista se siente a veces acorralado por una masa coral que no hace sino corroborar la insufrible decadencia política y social que ve a su alrededor. Otras veces, sin embargo, encuentra una insospechada poesía en ese corro de personajes que lo acoge como a uno más. En esta novela iniciática, ganadora del I Premio de Narrativa Diana Zaforteza, Pablo Gallego Boutou juega con diferentes estilos en los que combina lirismo y oralidad para iluminar la tragedia con belleza, ternura y sentido del humor. En una atmósfera de desencanto, la literatura y el arte despejan los miedos y alumbran un territorio narrativo propio, una vía que permite desgranar las propias contradicciones, resistir ante los grandes desengaños y revelar lo insondable que nos hace caer. Una novela sobre el alivio de la tristeza y del dolor, sobre el cuidado de los demás y la búsqueda del placer, sobre la amistad comprometida y la necesidad de un espacio común al que pertenecer.