¿De verdad son lo que dicen ser? ¿Son sacrificados servidores públicos? ¿Trabajan por nuestro bien desde la cuna? La respuesta está aquí dentro, en el libro de Fernando González, Gonzo, el audaz reportero de «El Intermedio», el quijote 3.0 que, cámara y micrófono en ristre, busca la verdad a canutazo y pantallazo limpio. No solo los ve a diario en la calle, en las inauguraciones, en las ruedas de prensa. Gonzo ha investigado sus biografías, ha buceado en sus andanzas, ha estudiado sus orígenes. En ¡Todo por mi país! nos cuenta la prodigiosa vida del hombre lobby, máquina de cerrar negocios cuando hay luna llena y cuando no la hay; del nuevo Yoda que guardó la esencia de su fuerza en Andorra; del inventor de aeropuertos para personas; de la hija del represaliado imaginario; de la heroína liberal a la que una maldición rodeó de corruptos; del líder revolucionario que enarboló a hoz, el martillo y la visa; de la numerosa tropa, en fin, que viene y va sin el más leve mareo del escaño al consejo y del consejo al escaño por las puertas que giran, siempre bien engrasadas y no precisamente con aceite.